Para ello han desarrollado un decálogo de consejos a tener en cuenta que nos ayudarán en esta labor. El objetivo principal es explicar y concienciar a la población general de aceptar a la cirugía plástica como una especialidad médica y quirúrgica con sus riesgos y beneficios para que no lo tomen como algo banal. ¿Cuáles las pautas que debemos tener en cuenta al buscar un cirujano plástico? 1. Titulación del cirujano y experiencia en el tipo de intervención Es indispensable seleccionar un cirujano plástico con título oficial de especialista. Sería, asimismo, altamente recomendable que tuviera una experiencia manifiesta en la especialidad. En España, la especialidad de cirugía plástica, reparadora y estética sólo se alcanza vía MIR una vez finalizada la carrera de medicina y consiste en la especialización en un hospital público durante 5 años a la que se accede a través de un examen público donde sólo los mejores expedientes consiguen escoger la especialidad. Los cirujanos pueden operar de estética, pero no ser necesariamente cirujanos plásticos. Es importante asegurarse que tengan la especialidad de cirugía estética, plástica y reparadora. Menos de un 10% de los cirujanos que realizan intervenciones de estética en España son cirujanos plásticos. Todos los miembros de SECPRE ofrecen una excelente formación profesional y a través de su página web puede ayudarte a encontrarlo. Indaga si el cirujano plástico tiene experiencia suficiente en el tratamiento que deseas realizarte. Solicita ver fotografías del antes y después de los pacientes que ya hayan sido operados por él. Así podrás ver cuál es su estilo y si sus gustos estéticos encajan con los tuyos. Las fotografías de antes y después te ayudarán a tomar una decisión final y valorar si es la mejor opción para ti. 2. Valoración por el propio cirujano, no un agente comercial. El paciente debe ser valorado, explorado e informado desde la primera visita por el cirujano que llevará a cabo la intervención. Él será quien indicará el tratamiento adecuado de acuerdo a las particularidades del paciente y lo que quiera conseguir. La consulta como tal, es un acto médico, y debe ser realizada por un profesional de la medicina y no un comercial. Se debe desconfiar de las visitas informativas realizadas por agentes comerciales. 3. Hospital o clínica homologada. La intervención debe realizarse en un centro hospitalario o clínica que disponga de todos los recursos necesarios para atender cualquier posible situación de emergencia. Además, debe realizarse en un quirófano que posea todas las medidas higiénicas y de seguridad exigidas. 4. Pruebas preoperatorias. Antes de cualquier intervención es necesario contar con pruebas preoperatorias del paciente tales como estudios , analíticos, electrocardiográficos y radiológicos. De esta forma se comprueba que no existe ninguna contraindicación médica para realizar la operación y que se accede al quirófano con la máxima información requerida.
Puede incluso que se niegue a realizar un determinado tratamiento si cree que no es el apropiado en tus circunstancias o te recomiende otro que considere más adecuado. Un profesional serio te explicará el consentimiento, no sólo te lo hará firmar.
6. Titulación del equipo médico. Todo el equipo médico que trabaja con el Cirujano Plástico debe tener su titulación oficial correspondiente. 7. Anestesista Cualquier intervención de cirugía mayor ambulatoria o cirugía con anestesia general debe contar con la presencia en quirófano de un médico anestesista cualificado y titulado. Averigua que técnica va a utilizar el anestesista. 8. Seguimiento postoperatorio y revisiones por el propio cirujano o personal cualificado. Aunque algunas operaciones requieren el ingreso del paciente en la clínica u hospital y otras no, en ambos casos es necesario el seguimiento y revisión del paciente durante el proceso postoperatorio. 9. La evolución del paciente tras la cirugía. La evolución del paciente tras la cirugía debe llevarse a cabo por personal cualificado bajo la supervisión del cirujano plástico responsable o por él mismo. Luego del alta, el paciente deberá disponer de un informe en el que se detalle la operación practicada y los consejos a seguir en el futuro. Huir de clínicas corporativas que no tengan un personal permanente que pueda realizar una valoración de la cirugía en el tiempo. 10. No apresurarse. Desconfiar de supuestas ofertas limitadas y tratamientos “low cost”. Hay que tener el tiempo necesario para tomar la decisión adecuada. Si se tienen dudas, hay que resolverlas antes de la cirugía e incluso se puede pedir una segunda opinión a otro profesional. Nunca hay que precipitarse ni tomar la decisión en situaciones excepcionales. Desconfiar de las supuestas ofertas de tiempo limitado y de bajo coste que tiene como objetivo presionar al paciente a que tome una decisión apresurada. Para un buen profesional siempre prevalecerá el beneficio, la salud del paciente y el criterio médico sobre cualquier interés comercial. Esas ofertas o precios “low cost” suponen un detrimento en la calidad asistencial y ponen en riesgo la salud. La medicina privada de calidad tiene un coste y en el tratamiento van a intervenir muchos profesionales y medios técnicos. Todo ello tiene un coste que encarece el precio, pero te garantiza que la intervención se realizará en las mejores condiciones de seguridad necesarias para que todo salga bien. 11. Desconfiar de tratamientos milagrosos o resultados asegurados. Desconfía de tratamiento milagrosos o resultados asegurados. Un buen cirujano plástico nunca te prometerá tratamientos milagrosos, resultados asegurados y garantías de por vida. En cambio, te trasmitirá seguridad, pero también te informará de las limitaciones o complicaciones que puede presentar el tratamiento con honestidad. Puede incluso que se niegue a realizar un determinado tratamiento si cree que no es el apropiado en tus circunstancias o te recomiende otro que considere más adecuado. 12. Calidad de los productos que utiliza. Asegúrate que los productos que vayan a utilizarse en tu tratamiento sean de la mejor calidad. El ahorro que pueda suponer usar uno u otro producto puede no ser significativo en comparación con la importancia del tratamiento. Los productos de calidad deben contar con el sello o certificación de la FDA, que es el control de productos médicos americana. La FDA te asegura que, para mantenerse en el mercado, los productos están avalados por rigurosos estudios médicos. 13. Relación médico – paciente Finalmente, es importante la cercanía que tengas con el cirujano, la comunicación, el trato personalizado y el contacto directo, tanto antes como después de la intervención. La comunicación debe ser clara por ambas partes y debes sentir que te ha escuchado y que tanto tú como él han entendido los objetivos a lograr. Si desea ponerse en contacto con el Dr. Díaz Infante y su equipo en nuestra consulta en Madrid, puede hacerlo a través de nuestro formulario de contacto o bien por teléfono en el +34 915 781 421. Estaremos encantados de atenderle y asesorarle. Los comentarios están cerrados.
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